jueves, 2 de diciembre de 2010

DULCE DE MEMBRILLO


El dulce de membrillo o la carne de membrillo, que también se llama así, es un dulce preparado con membrillos y azúcar, ya que la fruta es demasiado dura y agria para consumirla cruda.
Su cultivo se cree que fue anterior al de la manzana y es posible que cuando en “El cantar de los cantares” citan la manzana, en realidad se tratase de un membrillo.
Un detalle curioso referido a su consumo es que en algunos puntos del archipiélago canario como en Tenerife y Gran Canaria, parten los membrillos por la mitad y los sumergen en agua de mar, lo que hace que se modifique su sabor amargo por otro mas dulce que lo hace comestible en crudo.
Lo que si es cierto es que tanto su árbol cuando se llena de frutos, como los propios membrillos, son muy atractivos y desprenden un olor especial, de donde proviene la antigua costumbre de guardar membrillos en los cajones de la ropa blanca, para que tome ésta su delicioso olor.
Siempre me ha gustado cuando llega su época , comprar unos cuantos y tenerlos en un frutero, y en alguna ocasión no he podido resistirme a pintarlos y aquí os muestro el resultado:





Bueno lo que si que os recomiendo, es que llegada la época de los membrillos, no dejéis de hacer esta receta.


INGREDIENTES:

• 1 kl. de membrillos
• 750 gr. de azúcar
• 1 limón


MODO DE HACERLO:

Lavar los membrillos quitándoles bien toda la pelusilla que tienen. Partir por la mitad, quitarles las pipas y el corazón y cortar en trozos. Colocarlos en una cazuela, y añadir el limón pelado (quitar también la parte blanca), sin pepitas y troceado. Cubrir con agua. Dejar cocer lentamente hasta que la fruta comience a deshacerse y se haya evaporado prácticamente el líquido. En ese momento triturar la fruta, incorporar el azúcar y mover bien hasta que el azúcar se disuelva. Seguir cociendo a fuego lento al tiempo que lo vamos moviendo con la ayuda de una cuchara de madera, hasta que vaya cambiando de color y se convierta en un puré espeso. Es importante moverlo para que no se queme, así que tomar este momento con paciencia. Una vez ha tomado el color y la consistencia deseada, volcarlo en un recipiente, para que se enfríe y se cuaje:




Dado el contenido que tiene de azúcar, se conserva perfectamente durante bastante tiempo y podéis servirlo con quesos, tanto si son frescos como curados, con nueces y acompañando otras frutas. Os recomiendo un postre que es un flan de queso con base de dulce de membrillo.

Nota: la cantidad de azúcar que se utiliza para hacer el dulce de membrillo debería de ser la misma que el peso de la fruta, pero para mi gusto queda demasiado dulce, y creo que con esta es suficiente.



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